Un día en la playa inclinó mi vista hacia un niño jugando con su mascota, dos amigas en una armoniosa conversación, jóvenes tomando el sol, gaviotas pescando… de repente me hizo reflexionar: Cuál es el propósito para esas personas? Cómo logran continuar con sus vidas?
En ese instante recordé sobre los autos, transporte que necesita un motor con rápido arranque… entonces, qué ingredientes necesita un motor para que fluya su combustión eficientemente?
Anoté mentalmente mi respuesta: Uno de los mejores componentes es el aceite, pero no cualquier aceite, sino uno aquel que tenga características exclusivas para funcionar eficazmente al motor de cada automóvil.
Pasa lo mismo con los seres humanos, cada persona tiene su propio aceite, lo único que muchas veces no lo sabemos y si lo conocemos no lo aprovechamos para distribuirlo en nuestro motor, el motor de nuestras vidas… de nuestra propia persona.
En los negocios, el aceite es la PASIÓN…
La pasión nos mueve gustosamente hacia lo que deseamos, las metas u objetivos que requerimos cumplir; sin ese aceite especial, cómo podemos hacer que nuestro motor funcione?
Con Pasión:
Magally Cáceres Villarreal y Denisse Calonge Barboza destacaron en su tesis sobre los Componentes del Proceso de Pasión por el Trabajo en Colaboradores de Organizaciones sin fines de lucro Peruanas, de la Universidad del Pacífico- Escuela de Posgrado, que “La pasión por el trabajo va más allá de sentirse engaged con actividades laborales; por el contrario, incluye actividades propuestas por el mismo colaborador, lo que fortalece así la identidad (Zigarmi et al. 2011). La definió como un «continuo estado individual emocionalmente positivo y con un significado derivado de recurrentes evaluaciones cognitivas y afectivas de diversas situaciones del trabajo y la organización que dan como resultado fuertes intenciones y comportamientos laborales”…
La pasión es una fuerza retadora, aquella que nos mueve a dar saltos por encima a cada obstáculo, esquivarlos por debajo, de lado o como sea…
Una de las lecciones aprendidas para reavivar la pasión es programar el tiempo en algo más que los negocios o un trabajo…y es entre otras cosas, no descuidar las relaciones interpersonales…
Un día normal en la playa me hizo pensar en la pasión, apreciar la familia y observar a los demás disfrutando de cada momento.
Que nunca falte un activo frenesí, Tu Pasión!
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